Anoche soñé que el mar me llevaba, que a mis sueños ayudaba a hacerse realidad. Después me desperté y me di cuenta de que aquel beso solo fue producto de mis ilusiones, que aquella tarde junto a él solo fueron simples deseos de estar con él, que nada de aquello fue real. Malditos sean los sueños que al despertar me hacen volver a este mundo cruel donde cada acto no produce miel, esa miel que de mis labios florece al compartir un beso contigo.
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