sábado, 21 de abril de 2012

Y sé que si acerco el oído no podre escuchar el mar.

No hay nada peor que sumergirse en un mar de ilusiones.
Anoche soñé que el mar me llevaba, que a mis sueños ayudaba a hacerse realidad. Después me desperté y me di cuenta de que aquel beso solo fue producto de mis ilusiones, que aquella tarde junto a él solo fueron simples deseos de estar con él, que nada de aquello fue real. Malditos sean los sueños que al despertar me hacen volver a este mundo cruel donde cada acto no produce miel, esa miel que de mis labios florece al compartir un beso contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario