miércoles, 5 de junio de 2013

La fragancia de un buen vuelo gris.

¿Te diste de cuenta ya que aquello que tu amas se convierte en polvo cuando no es tan bonito como pinta el mundo? No siempre la mejor historia es la que contiene un final feliz, a veces, más bien siempre, la que más salpica de gris tu mundo hostil es la más real. Pero desesperados por una fragancia de perfección, en un mundo descuidado y sucio de alma, las risas se os acumulan en el cajón de la desolación, muertas ya para aquel que buscó lo material en un vuelo gris.
Las risas, aquí, no son más que blancas y negras sensaciones proporcionadas desde antaño por el dolor, la agonía y el sufrimiento.
Nuestra felicidad es, existencialmente, una escala de grises, la vuestra solo vulgar optimismo de color "falsas esperanzas".

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