domingo, 1 de septiembre de 2013

Pisar cada paso.

¿Sabes qué? Mientras caminas por cualquier calle piensas: "¿cuál será la vida que los demas llevarán?".
Como si de un juego se tratase empiezas a imaginar, creas finos hilos hasta encontrar una buena historia para sus vidas aparentemente felices. Te das cuenta que detrás de toda sonrisa se oculta una lágrima, que a cada paso que das todo cambia de rumbo: se cruzan caminos, se intercambian miradas, tropiezas con el mismo bordillo que otros, esquivas los mismos charcos los días de lluvia...
Al final, llegas a la conclusión de que todos estamos unidos ya sea por situaciones, sentimientos u objetivos y sigues caminando hasta llegar allí donde ibas porque todo tiene un destino, una meta, un final. Todo al llegar su momento se esfuma. Nada es para siempre, al final todo muere, todo se acaba.