domingo, 9 de noviembre de 2014

Carta a la conciencia.

Cuando te des cuenta de que lo que haces mal puede acabar bien, cuando sepas que hay un desvío hasta el comienzo, hasta la felicidad. 

Cuando te des cuenta de eso, entenderás que lo que decía era cierto, que el cielo no tiene que ser rosa, que no hace falta la luna ni una casa en las nubes para poder vivir el día a día como si fuese el último, que no hace falta ser perfecto pues los errores siempre vienen bien para que uno aprenda a retroceder y no volver a caer en lo mismo. Los errores te enseñan a pedir perdón y perdonar, a arrepentirte de todo aquello que tu conciencia no pueda evitar, puede que hagan daño y puede, también, que no gusten a nadie pero están ahí, y siempre lo estarán.

Cuando te des cuenta, volveremos a hablar. Mientras tanto... Hasta luego. Un saludo, tu conciencia.