domingo, 28 de diciembre de 2014

Mirando en la ventana del ayer.

Se encontraba sola, sentada, mirando por la ventana la oscura noche y esa pequeña luz de navidad que había fuera, se daba cuenta de que el año ya terminaba.
Aún recordaba esos días entre gente que parecía no estar preocupada más que de ellos mismos, mientras ella reflexionaba sobre todo lo que sentía dentro porque tal vez fuera una enamoradiza sin control, pero sufría mil y una caídas como cualquier otra persona.
Había cosas que quería borrar, cosas que era mejor no recordar, errores recientes, errores sin causa, errores pequeños y sin importancia.

El último amor, la última persona no resultaba ser como el resto, no porque fuese mejor persona o porque la tratase mejor sino porque le resultaba repugnante darse cuenta de como verdaderamente era. Repugnancia y desagrado, cara amarga y de vergüenza al recordarle a su lado. Pero gracias al tiempo y gracias a la experiencia de errores que aún no se fueron, aprenderá la lección y no volverá a caer en todo lo que en su día fue abismo.

martes, 23 de diciembre de 2014

De cara al espejo, de espejo el mundo.

Los miedos siempre indican algo, algo que cuando llega no puedes saber y no quieres creer que así será. Los miedos indican finales de historias aún para ti sin acabar, pero no importa porque el tiempo sigue y, aunque tú mires atrás, se irán alejando. Terminaremos siendo pasto de olvido y sin camino tendremos que avanzar.
Mirando al mundo nos daremos cuenta de que no sirve de nada agarrarse a lo malo, de que si disfrutamos y encontramos el lado bueno podremos vivir mejor, tal vez la formula de la sonrisa no sirva para todo y solo sea un escudo de cara a los demás, pero ahogarte en un mar de penas solo hace que tengas la peor de la expresiones y los peores pensamientos. Tal vez la vida no sean dos días, pero mejor seguir tus sueños que darlos por perdidos solo porque el camino que llega hasta ellos esté cortado. Los soñadores nunca se rinden.