sábado, 27 de junio de 2015

Salvaje.

Como una mariposa que sale del interior de una cueva y es perseguida por otras muchas, revoloteando dentro de mi, haciéndome cosquillas y despertando mi dormida sonrisa.


Como una mariposa que se deja llevar por el recorrido natural de mi cuerpo y llega a mis ojos, haciéndome abrirlos con una extraña sensación.


Sintiendo hormigas acariciar mi piel haciendo un camino por donde ir y venir para no perder ni un segundo. Pero una hormiga especial quiso explorar fuera del camino para llegar a encontrar su lugar donde ser especial haciendo que las caricias cobren forma de impulsos, convirtiendo los impulsos en actos, en besos, en abrazos. Haciendo lo que antes nunca había hecho, convertir mi cuerpo y mis sentidos en nuevos seres extraños.


Explorando la hormiga encontró un gusano de seda que andaba buscando su sitio también. Arrastrando su cuerpo, rozando con sus encantos el más frágil de los sentimientos: la ilusión.